Que es ser de Izquierdas....
Hay que recuperar y actualizar el sentido ético de la izquierda fundamentado en la transformación de la sociedad para hacerla más justa y solidaria, asentada en los principios de igualdad y libertad. La tendencia de la derecha es intentar convencer a los ciudadanos que las ideologías están en su ocaso, que lo que quiere el electorado son políticos pragmáticos, que hagan bien las cosas con independencia de la ideología.
Pero nosotros, que sí creemos en la fuerza de las ideas, no podemos centrar el debate político en quien gestiona mejor la política equivocada. Hacer bien lo inadecuado y lo inconveniente es multiplicar el daño. Además es una falacia porque nunca la izquierda podrá tener una misma visión sobre cualquier cosa que la derecha.
Lo que ocurre es que quieren imponernos el pensamiento único, hacernos creer que sólo hay una visión posible de la realidad y que esa visión es la suya. Nosotros, como progresistas, tenemos que ser la voz de los que no tienen voz y la esperanza de los que le han arrebatado el futuro. Nuestro pensamiento y nuestro esfuerzo han de estar dedicados a la entrega constante a la política entendida como el más alto grado de civismo, como la definió Azaña: “Una pulsión ética regida con lucidez.”
Por ello, nuestro talante ha de ser desprendido y manteniendo siempre la convicción de que nuestra causa es justa porque en la lucha política llevamos la razón ya que defendemos los intereses de los más ante el privilegio de los menos. Debemos afrontar las dificultades pensando que ganaremos el futuro porque de lo contrario no habrá futuro para nadie, nuestras ideas mueven la historia, por eso dice ahora la derecha que la historia no existe, pero el futuro no puede ser un mundo injusto e insolidario.
Ser de izquierda no es algo cómodo, estamos obligados a un compromiso ético que es lo que da coherencia a nuestra presencia social, no es cómodo pero es imprescindible porque en un mundo donde la derecha alienta el desprestigio de la política, socava los valores cívicos y apela a la desigualdad en virtud de una caliginosas eficacia tecnocrática, la neutralidad es ya tomar partido en contra de los intereses de la mayoría de los ciudadanos.
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