Cien trabajadores realizan una comida de despedida con motivo del cierre de Piñor

 

Los operarios critican que Ourense "pierda 71 camas" de Medicina Interna, teniendo en cuenta que se producen repuntes de hasta 50 enfermos a la espera en Urgencias

El edificio ha quedado sin camas, para la atención de enfermos (solo mantiene operativo rehabilitación, en el sótano, que no requiere hospitalización). Ayer mismo, un camión de mudanzas estuvo toda la mañana trasladando mobiliario, algo que causó "desolación" en la plantilla laboral, que lamenta que la sanidad ourensana "pierda 71 camas de medicina interna".

El Sergas garantiza que no se producirá "ningún despido", por la supresión del servicio de medicina interna en Piñor, debido a que los trabajadores se incorporarán a distintos edificios del CHOU. En cambio, el personal sanitario alerta de que el cierre de Piñor "lo pagarán las cien personas que esperaban ser contratadas durante los meses de julio y agosto para cubrir las suplencias de las vacaciones y bajas.

La mayor parte de los trabajadores que asistieron a la comida de despedida –alguno de ellos con lágrimas en los ojos, tras permanecer en el centro hasta 35 años–, lamenta que Ourense sufra "uno de los pocos cierres de hospitales públicos que se han producido en España, sin que sea sustituido por otro nuevo", a pesar de que, cuando todo estaba funcionando, "hubo picos de hasta cincuenta personas en urgencias esperando cama".

Los trabajadores consideran que el Sergas no puede escudarse en que el hospital de Toén esté en malas condiciones, para "cargarse el hospital de Piñor", al entender que "lo lógico sería realizar las obras allí".

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