Los sindicatos sanitarios piden más medidas contra el despilfarro y que no se asuste a la población.Los partidos coinciden en que el sistema necesita más recursos pero ven otras opciones que la tasa.
elPeriódico.com 9/8/2011
El debate sobre el copago es como el río Guadiana: aparece y desaparece constantemente». La frase es de Núria Cuxart, directora de Programas del Col·legi Oficial d'Infermeres i Infermers de Barcelona. Una asociación que critica que se use esta medida «para asustar a la población» sin aclarar de qué se está hablando. ¿De una tasa disuasoria para evitar los abusos en el sistema de salud o del pago de una parte de los costes sanitarios? Un debate que la mayoría de partidos consideran parcial, porque solo afecta a una parte del problema.
El copago ya existe: Los ciudadanos deben sufragar el 40% del coste de los medicamentos. ¿Cuál es entonces la medida de la que tanto se habla? «El debate es inevitable, pero ha de realizarse a nivel estatal. Se podría centrar en aspectos como la restauración y la hostelería por la estancia en los hospitales. Se podría vincular al nivel de renta, aunque hay que estudiarlo bien, porque ya se pagan muchos impuestos», dice Xavier Crespo (CiU), presidente de la Comisión de Salud del Parlament.
Marina Geli, exconsellera de Salut y responsable de esta parcela en el PSC, considera que CiU pretende crear «una cortina de humo» para ocultar la verdadera esencia del problema: «Tras un recorte de 1.000 millones de euros y el cierre de numerosos servicios y centros de atención, lo que está claro es que quieren cambiar el modelo sanitario», advierte. La exconsellera afirma que el copago «no es una varita mágica» con la que se pueda solventar el déficit del sistema. «Hay que vincular el coste sanitario al nivel de renta. Lo que han hecho en Italia, cobrar 10 euros por visita y 25 euros por las urgencias innecesarias, rompe la igualdad y perjudica a las rentas más bajas», afirma.
Una opinión que comparte Carme Capdevila, exconsellera de Acció Social y representante de ERC en la Comisón de Salut. «Hemos de rehuir de un debate parcial y hay que discutir sobre qué modelo sanitario queremos los próximos 20 años. Lo que no puede ser es que se quieran hacer cambios estructurales y dar más protagonismo a la sanidad privada por la puerta de atrás», afirma.
El PP también cree que, con la crisis actual, no es el momento de reabrir este debate. La diputada Eva García considera que la sanidad «está en peligro de muerte y necesita de reformas urgentes» pero, a su juicio, el copago «solo penalizaría a los enfermos y puede ser discriminatorio». Lo mismo opinan el Ministerio de Sanidad, el PSOE y el PP estatal. El Gobierno considera que para mejorar la recaudación se tendría que establecer una tasa muy alta. Y de aplicarse, excluiría del sistema a muchos usuarios.
MUTUAS /«Es un debate que viene de lejos y la crisis es una excusa para reabrirlo. El sistema sanitario solo se puede mantener a través de la fiscalidad. Lo están degradando con el cierre de servicios y centros de atención, y ahora hablan de abrir el copago. El siguiente paso será una desgravación fiscal por el uso de mutuas privadas», advierte Dolors Camats, portavoz de ICV.
«Se tenía que haber planteado antes de los recortes y no ahora que lo están desmontando todo. No hay dinero, hemos ido de nuevos ricos y ahora no podemos mantener el sistema sanitario. Pero antes del copago se debería frenar el despilfarro», afirma Albert Tomàs, presidente del Sindicat de Metges de Catalunya.
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